La placa base de ordenador de escritorio sirve como la columna vertebral fundamental de cualquier sistema informático, proporcionando la infraestructura crítica que interconecta todos los componentes y determina las capacidades, la capacidad de expansión y la viabilidad a largo plazo del sistema. Esta compleja placa de circuito impreso aloja el zócalo del CPU, ranuras de memoria, ranuras de expansión (PCIe), interfaces de almacenamiento (SATA, M.2) y numerosos puertos de conectividad, integrando al mismo tiempo controladores esenciales para redes, audio y gestión de periféricos. La elección del chipset de la placa base determina las generaciones de CPU compatibles, las capacidades de overclocking, la configuración disponible de canales PCIe y funciones avanzadas como soporte RAID o gráficos integrados. Diferentes factores de forma —ATX, Micro ATX, Mini ITX— se adaptan a diversos tamaños de montaje y requisitos de expansión. La amplia experiencia de nuestra empresa en la selección y diseño de placas base, adquirida tanto a través del desarrollo de marcas propias como de servicios OEM/ODM, nos permite ofrecer soluciones optimizadas para diversas aplicaciones, desde computación básica hasta cargas de trabajo de alto rendimiento. Realizamos pruebas exhaustivas de compatibilidad con diversos componentes y validamos la estabilidad bajo diferentes condiciones operativas. Apoyados por nuestra red logística global, garantizamos la disponibilidad fiable de placas base en mercados internacionales, mientras que nuestro equipo de soporte técnico ofrece asistencia experta en la configuración del BIOS, resolución de problemas de compatibilidad y orientación sobre optimización a clientes de distintas regiones y niveles técnicos.