Un sistema CPU preensamblado ofrece comodidad y tranquilidad a los usuarios que prefieren no construir su propio ordenador o carecen de la experiencia técnica necesaria. Estos sistemas están configurados profesionalmente, con componentes seleccionados por su compatibilidad y rendimiento óptimo, generalmente por grandes fabricantes como Dell, HP, Lenovo o ASUS. La principal ventaja es el ahorro de tiempo; el sistema llega listo para usar, con el sistema operativo instalado, los controladores actualizados y el hardware ya probado para garantizar estabilidad. Los sistemas preensamblados suelen incluir garantías completas y soporte al cliente, lo que los convierte en una opción ideal para usuarios casuales, empresas o personas que valoran la fiabilidad más que la personalización. Sin embargo, suelen carecer de la flexibilidad de los ordenadores personalizados. Las opciones de hardware están limitadas a las configuraciones del fabricante, lo que significa que los usuarios pueden tener que hacer concesiones en componentes como la GPU, CPU o almacenamiento para ajustarse a un presupuesto preestablecido. La capacidad de actualización también puede ser un problema, ya que algunos fabricantes utilizan piezas propietarias (por ejemplo, placas base con diseños no estándar o fuentes de alimentación con conectores únicos) que complican las actualizaciones futuras. El diseño estético suele ser más conservador, con menos opciones de iluminación RGB o diseños personalizados del chasis en comparación con los equipos de entusiastas. A pesar de estas limitaciones, los sistemas CPU preensamblados han mejorado significativamente en los últimos años, ofreciendo muchos de ellos componentes de alto rendimiento adecuados para juegos, creación de contenido y tareas profesionales. Suelen incluir configuraciones equilibradas, asegurando que ningún componente sea un cuello de botella, y pueden venir con beneficios adicionales como software incluido o paquetes de periféricos. Para los usuarios que priorizan la facilidad de uso y la fiabilidad sobre la personalización completa, un sistema CPU preensamblado proporciona una solución práctica y eficiente, cerrando la brecha entre la simplicidad de compra directa y el rendimiento personalizado.