Nuestros procesadores gráficos integrados (CPUs) se desarrollan para funcionar de manera óptima mientras se ejecutan diferentes aplicaciones y tareas: en paralelo, no en colas. La inclusión de capacidades gráficas potentes en el núcleo de la CPU es un enfoque multifuncional a los problemas. Esto hace posible que los usuarios disfruten de gráficos sin necesidad de comprar tarjetas independientes de alta gama, lo que ahorra tanto valor monetario como complejidad. Ahora los productos pueden cumplir múltiples propósitos, como el juego y el trabajo profesional.