Los SSDs de bajo presupuesto demuestran que la calidad y el precio no siempre son mutuamente excluyentes. A pesar de su bajo costo, los discos tienen velocidades de lectura y escritura impresionantes, lo que ayuda a mejorar los tiempos de inicio y carga de aplicaciones. La capacidad de almacenamiento es más que suficiente para el uso diario, como documentos, fotos y música. La instalación es tan simple que estos discos son una excelente opción para usuarios que buscan el máximo valor para mejorar el rendimiento de su computadora. Además, su diseño de estado sólido los hace menos susceptibles a daños físicos en comparación con los HDD.