Actualizar la fuente de alimentación (PSU) de una computadora de escritorio es fundamental al mejorar los componentes, especialmente para GPUs y CPUs de alto rendimiento que requieren más energía, o cuando se busca mejorar la eficiencia y la confiabilidad. El primer paso consiste en calcular los requisitos de potencia del sistema mediante herramientas en línea que consideran todos los componentes: CPU, GPU, placa base, RAM, dispositivos de almacenamiento, ventiladores y periféricos. Se recomienda agregar un margen del 20 al 30 % para dar cabida a posibles overclocks y actualizaciones futuras. La eficiencia de la fuente de alimentación está clasificada por la certificación 80 Plus, con niveles como Bronze (82 % de eficiencia al 50 % de carga), Silver (85 %), Gold (87 %), Platinum (90 %) y Titanium (94 %). Una mayor eficiencia reduce el consumo energético y la generación de calor, lo que hace que la fuente sea más silenciosa y confiable. Las fuentes modulares y semi-modulares permiten a los usuarios conectar únicamente los cables necesarios, mejorando la gestión de los cables y el flujo de aire dentro de la carcasa, algo especialmente importante en construcciones compactas. Las fuentes modernas deberían soportar los últimos estándares, como ATX 3.0, que incluye conectores PCIe 5.0 nativos para tarjetas gráficas como las RTX 40-series, asegurando una entrega estable de energía durante picos de carga. Las características de protección, como protección contra sobretensión (OVP), protección contra caídas de tensión (UVP), protección contra sobrecorriente (OCP), protección contra exceso de potencia (OPP) y protección contra cortocircuitos (SCP), son cruciales para proteger los componentes frente a fallos eléctricos. La reputación de la marca importa en términos de fiabilidad; fabricantes reconocidos como Seasonic, Corsair, EVGA y be quiet! ofrecen fuentes de alta calidad con garantías prolongadas (5 a 10 años). Al actualizar, asegúrese de que el factor de forma de la PSU (ATX, SFX, etc.) sea compatible con la caja y de que las longitudes de los cables sean adecuadas para el diseño del chasis. Una buena actualización de la fuente no solo proporciona la energía necesaria para los componentes actuales, sino que también garantiza estabilidad, reduce el ruido y permite futuras actualizaciones de hardware, convirtiéndose así en una inversión clave para cualquier computadora de escritorio.