Una placa base con soporte PCIe 5.0 representa la tecnología más avanzada en ranuras de expansión, ofreciendo el doble del ancho de banda de PCIe 4.0 (128 GB/s por ranura x16) para soportar las próximas generaciones de GPU, almacenamiento y periféricos. Estas placas base son esenciales para usuarios que desean preparar sus sistemas para hardware futuro y aplicaciones que requieren mucho ancho de banda, como juegos en 8K, computación de inteligencia artificial y procesamiento rápido de datos. La principal ventaja de PCIe 5.0 es el aumento en velocidades de transferencia de datos, lo cual beneficia tanto a las GPU como al almacenamiento. Las GPU insignia como la RTX 4090 aprovechan PCIe 5.0 para reducir la latencia y mejorar la comunicación entre GPU y CPU, aunque los juegos actuales muestran mejoras mínimas sobre PCIe 4.0; títulos futuros con física compleja y transmisión de activos se beneficiarán más significativamente. Las unidades NVMe SSD compatibles con PCIe 5.0 en configuración x4 (por ejemplo, Sabrent Rocket 4 Plus) alcanzan velocidades de lectura superiores a 14 000 MB/s, ideales para cargar rápidamente grandes activos de juegos o archivos de video en 8K en segundos. Estas placas base forman parte de las últimas plataformas de CPU: Intel LGA 1700 (Core de 12.ª/13.ª generación) y AMD AM5 (Ryzen serie 7000), que admiten PCIe 5.0 de forma nativa. Cuentan con diseños robustos de VRM para manejar CPUs de alta potencia, con fases 12+2 y componentes premium para un overclocking estable. El soporte de memoria incluye DDR5-6000+, maximizando el ancho de banda para dispositivos PCIe 5.0, y múltiples ranuras M.2 con disipadores de calor para evitar la limitación térmica en SSDs de alta velocidad. La conectividad está enfocada al futuro: Thunderbolt 4 (40 Gbps), Ethernet de 10 Gbps y Wi-Fi 6E garantizan que todas las rutas de datos mantengan el ritmo con la velocidad de PCIe 5.0. Los modelos premium (por ejemplo, ASUS ROG Strix Z790-E) añaden características como refuerzo de acero en ranuras PCIe 5.0 x16, refrigeración activa para ranuras M.2 y cuatro ranuras M.2 PCIe 5.0, orientadas a entusiastas y profesionales que necesitan máxima capacidad de expansión. Las optimizaciones de BIOS y software son fundamentales para aprovechar al máximo el potencial de PCIe 5.0. Funciones como Resizable BAR (Smart Access Memory) permiten que la CPU acceda al búfer completo de trama de la GPU, mejorando el rendimiento en juegos compatibles, mientras que configuraciones RAID con NVMe pueden crear arreglos de almacenamiento con velocidades sin precedentes. Sin embargo, las placas base PCIe 5.0 son más caras que los modelos PCIe 4.0, y el hardware actual puede no aprovechar completamente el ancho de banda adicional, convirtiéndolas en una inversión orientada al futuro más que en una necesidad para la mayoría de los usuarios. A medida que las GPU y almacenamientos PCIe 5.0 se vuelvan más comunes, estas placas base se convertirán en el estándar para sistemas de alto rendimiento, permitiendo una interacción fluida entre los componentes más rápidos. Son ideales para usuarios pioneros, creadores de contenido que trabajan con archivos muy grandes y jugadores que quieren asegurar su equipo para los próximos cinco años, garantizando estar preparados para cualquier avance tecnológico que se avecine.